Un buen veterinario

Los hurones son unas mascotas con unos cuidados y problemas muy particulares y  hasta diría específicos que no pueden encontrar cobijo en los conocimientos básicos que se aplican a perros y gatos. Razón por la cual es de vital importancia encontrar un buen veterinario que tenga los conocimientos necesarios  respecto a los cuidados, problemas y patologías de los hurones para poder atender a estos peculiares pacientes de forma adecuada.

 

A continuación algunos consejos para ayudaros en la selcción y búsqueda del veterinario que atenderá a vuestro/s huron/es:

 

  • Los hurones se engloban dentro de las mascotas exóticas, por lo que en un primer momento, podemos comenzar o enfocar nuestra búsqueda y selección indagando sobre las clínicas veteriarias de exóticos de nuestro entorno y recabar información sobre las mismas.
  • Intentar contactar con otros propietarios de hurones de vuestro entorno para buscar consejo y que os recomienden algun buen veterinario en base a su experiencia personal.
  • El criterio en el que fundamentamos nuestra elección no puede ser otro que la experiencia y competencia profesional del veterinario para atender correctamente a los hurones. De ello depende la salud y porque no decirlo la vida de vuestro hurón.
  • Otro punto importante es que tengan un amplio horario y servicio de urgencias.
  •  Igualmente imprescindible es que la clínica transmita una imagen limpia, saludable y profesional. Tampoco está de mas cerciorarse que la clínica aparece registrada en el Colegio Oficial de Veteriarios de vuestra provincia.
  • Un buen veterinario, ya no sólo de hurones sino de cualquier mascota ha de poder responder a vuestras dudas e inquietudes y explicaros el porqué de las decisiónes o actuaciones de tal forma que os transmita tranquilidad.

 

Pistas o preguntas clave para averiguar que nuestro veterinario tiene conocimientos sobre hurones:

 

  • Saculectomía o desgandulación. Si el veterinario os recomienda practicar la extirpación de las glándulas anales buscad  otro veterinario a la de ¡ya!
  • Castración temprana. Si el veteriario os recomienda la castración temprana, no se trata de un veteriario informado por lo que conviene descartarlo.
  • Alimentación. Un buen veterinario para hurones sabrá que los hurones son carnívoros estrictos y no os recomendará otro tipo de alimetación que no corresponda a esa condición. De hacerlo, sabréis que no es un veteriario adecuado por lo que de nuevo cabe descartarlo.
  • Celos. Un buen veterinario ha de saber que el celo en los hurones se produce de forma estacional (primavera) debido al fotoperiodo y que las hembras pueden sufrir de anemia aplásica e incluso morir si no se les corta el celo. Por lo tanto si un veterinario afirma que una hembra puede salir sola del celo, no es un veterinario con conocimiento para poder atender a vuestros hurones.
  • Manipulación. Es más o menos fácil apreciar si un veterinario ha tenido contacto con hurones por la forma en la que manipula a vuestro hurón. Una manipulación torpe induce a sospechar sobre la experiencia y contacto con los hurones.

 

 

Una penúltima nota a todo lo mencionado con anterioridad: La sinceridad del veterinario.

 

Evidentemente es preferible y altamente  recomendable  e incluso valorado, que un veterinario tenga experiencia y conocimientos sobre los hurones de forma a poder dar respuesta a nuestra consulta, duda o inquietud casí de forma instantánea e inmediata. Pero no siempre es fácil encontrar un veterinario que reúna esos requisitos o incluso como en todo siempre hay una primera vez ( ojo: con esto último no quiero decir que nuestros hurones sean cobayas de experimentación). Si no que a lo que quiero hacer referencia, es que se ha de valorar positivamente la sinceridad de un veterinario que reconoce no poder dar respuesta a X consulta o inquietud, pero que demuestra un alto grado de interés y preocupación de tal forma que procede a investigar sobre la cuestión que le es planteada para darnos a la mayor brevedad  una respuesta adecuada.

 

Por último:

 

  • Si no estamos plenamente convencidos del diagnóstico proporcionado por un veterinario siempre es preferible y altamente recomendable recabar una segunda opinión veterinaria.
  • Se recomienda una revisión rutinaria al menos cada 6 meses.